12 de abril de 2006: El encuentro de destinos

El encuentro de destinos

12 de abril de 2006

Geri:

El sol descendía lentamente en el horizonte, pintando un lienzo de colores cálidos en el cielo. Geri, conocido como el Lobo de Odin, había llegado a la aldea en busca de refugio y un nuevo comienzo. Su camino había sido difícil, siempre perseguido por la justicia. Pero esa noche, mientras se acercaba al túmulo, algo parecía diferente. Los habitantes kinfolk de la aldea lo recibieron con curiosidad y hospitalidad, ofreciéndole un jarro de agua y guiándolo hacia un campo donde los Garou solían reunirse.

Geri se sentó junto a la hoguera, sintiendo el calor reconfortante y observando las llamas danzar en la oscuridad. A su alrededor, otros Garou comenzaban a juntarse, preparándose para la asamblea. Desde su posición, Geri notó un movimiento entre las ramas de un árbol cercano. Una ardilla ágil saltó de rama en rama, huyendo de una cachorra lupus que la perseguía con entusiasmo. Una sonrisa se dibujó en el rostro del Lobo de Odin al presenciar la escena, la alegría de la vida manifestándose en esos simples momentos.

Poco después, un garou bien vestido se acercó a Geri con una mirada fría y curiosa. Era Erick Fauces de Plata, el Alpha de la manada. Erick saludó a Geri y le ofreció un lugar para quedarse en una pequeña cabaña cercana. Geri agradeció con sinceridad y prometió ser un buen huésped, deseando encontrar su lugar en esta nueva tierra.

Finn:

El viento soplaba suavemente, llevando consigo una brisa fresca llena de energía. Finn, un joven Fianna recién llegado a la aldea, caminaba con una mezcla de emoción y curiosidad. Desde su forma homínida, destacaba con su cabello rojizo y su sonrisa traviesa. Observaba a su alrededor, maravillado por la belleza de Nueva Zelanda y las montañas que habían sido inmortalizadas en El Señor de los Anillos.

Mientras se acercaba al fuego en el centro del campo, Finn notó a dos garous conversando cerca de la cabaña. Entre ellos se encontraba Erick Fauces de Plata, el poderoso Alpha de la manada. A su lado, Gwen, la adorada cachorra lupus, mostraba curiosidad y agitación, reaccionando a la presencia de los visitantes.

Finn se acercó al fuego con entusiasmo, saludo a Geri Lobo de Odin y se presentó ante todos con orgullo. Su voz resonaba en el aire, llena de historias de antiguos héroes y sucesos pasados. Era un Fianna que llevaba la sangre de grandes linajes, y estaba decidido a dejar su huella en esta nueva tierra. Observó a Gwen salir corriendo, solo para regresar momentos después, ahora vestida con una sabana y trenzas en su cabello, lista para conocer a los invitados.

Gwen:

La loba corría por el bosque, deleitándose con la libertad y la emoción de la caza. El aroma de su presa llenaba su olfato, impulsándola a perseguirla sin descanso. Era una ardilla rápida y ágil, pero Gwen era igual de hábil. Con las fauces abiertas y los ojos fijos en su objetivo, la capturó en un veloz movimiento. La ardilla luchó en vano mientras Gwen disfrutaba de su sabor, saboreando cada bocado.

A medida que terminaba su festín, algo en el aire cambió. Un aroma desconocido llenó sus fosas nasales, provocando que su pelaje se erizara y su instinto de supervivencia se intensificara. Intrigada y cautelosa, Gwen se acercó a la cabaña donde su padre, Erick Fauces de Plata, conversaba con los recién llegados. Gruñendo levemente, mostró los dientes y rasgó la entrada de la cabaña con sus patas delanteras, protegiendo a su manada y asegurándose de que los visitantes no supusieran una amenaza.

La adrenalina que había inundado su cuerpo se disipó cuando su padre se acercó y la tranquilizó. Gwen obedeció, se vistió con una sabana y se preparó para conocer a los extraños acompañando a su padre. Su belleza natural y su mirada audaz no dejaron indiferente a los presentes mientras expresaba su curiosidad hacia ellos.

En el campo iluminado por la hoguera, los caminos de Geri, Finn y Gwen se entrelazaban, dando inicio a un nuevo capítulo en la historia de la manada, donde desafíos y aventuras los esperaban en esta tierra llena de misterios y promesas. El destino había reunido a estos garous en el umbral de una nueva saga, donde las pruebas los esperaban y la hermandad se forjaría en fuego y espíritu. Juntos, enfrentarían los desafíos que les deparaba este nuevo mundo y protegerían las tradiciones sagradas de los Garou.